Probablemente has visto estos símbolos con formas excepcionales en pendientes usados por mujeres judías o exhibidos en tiendas de judaica. Y en Israel, la hamsa (sea en collares, llaveros o colgados en muros), es tan ubicua como la Estrella de David.
Pero, ¿qué es una exactamente una hamsa?, y, ¿qué la vuelve judía?
Este símbolo de un ojo incrustado en la palma de una mano abierta ha tenido otros numerosos nombres a lo largo del tiempo, incluyendo el ojo de Fátima, la mano de Fátima, y la mano de Miriam. La forma es a veces hecha de manera natural, y en otras de manera simétrica con un segundo pulgar reemplazando el meñique.
La hamsa ha sido interpretada de diversas formas por académicos como un amuleto judío, cristiano o islámico, y como un símbolo pagano de fertilidad. Incluso cuando la forma mágica permanece envuelta en el misterio y los académicos debaten casi cada aspecto de su surgimiento, hoy es reconocida como un amuleto cabalístico y como un importante símbolo en el arte judío.
Los orígenes de la hamsa
Tal como sugieren las referencias a Fátima (la hija de Mahoma) y Miriam (la hermana de Moisés), el amuleto carga un significado tanto para judíos como musulmanes. Una de las apariciones tempranas más notorias de la hamsa es la imagen de una gran mano abierta que aparece en la Puerta Judiciaria de la Alhambra, una fortaleza del siglo XIV al sur de España.
La mano de Fátima de la Alhambra parece hacer uso de la palabra árabe khamsa, que significa “cinco”, un número que es identificado con la lucha contra el mal de ojo. El diseño de la Alhambra, así como las imágenes de otras manos españolas y moriscas, insinúa los cinco pilares del Islam (fe, ayuno, peregrinaje, oración y el azaque) en los cinco dedos de la mano.
De acuerdo al folclor islámico, la mano de Fátima se convirtió en un símbolo de fe después de que su marido Ali llegó a su hogar con una nueva esposa un día. Fátima, que en ese momento cocinaba, tiró el cucharón del guisado que estaba usando. Estaba tan angustiada por la persona que había llegado, que continúo revolviendo el guisado con su mano, casi sin darse cuenta de que se estaba quemando.
No debió haber sido inusual para un símbolo islámico abrirse paso hasta la cultura judía sefardí, que floreció a la par del Islam. Sin embargo, los amuletos son algo problemáticos en el judaísmo debido a que la Biblia prohíbe la magia y la adivinación. Y aún así, el Talmud se refiere en diversas ocasiones a los amuletos, o kamiyot, que quizá provenga de la palabra hebrea para “atar”. Una ley permite cargar un amuleto autorizado para Shabat, lo que sugiere que los amuletos eran comunes entre los judíos en algunos puntos de la historia (Shabbat 53a, 61a).
El historiador del arte Walter Leo Hildburgh, también levanta la posibilidad de que la hamsa tenga raíces cristianas, y quizá haya sido influida por la forma artística cristiana en la que María coloca sus manos en una pose “de higo”, o una configuración en la que el pulgar está plegado bajo el dedo índice al lado del dedo medio.
De acuerdo al profesor de la Universidad de Chicago, Ahmed Achrati, la hamsa no necesariamente habría surgido de un contexto religioso. La forma de la mano abierta aparece en cuevas del paleolítico en Francia, España, Argentina y Australia, incluyendo un sitio en Argelia que se ganó el nombre de La Cueva de las Manos.
En el arte egipcio, el espíritu humano (llamado ka) es representado por dos brazos apuntando hacia arriba (dibujando una forma de herradura), no obstante con sólo dos dedos en cada mano. El símbolo de la diosa lunar fenicia Tanit, se asemeja a una mujer alzando sus manos, y las manos también encontraron su camino en las decoraciones de tumbas. Los etruscos pintaron manos con cuernos en sus tumbas, y algunas prácticas funerarias judías ostentaban imágenes de manos (sugiriendo la bendición sacerdotal) en lápidas de tumbas de levitas. Todos estos podrían ser considerados como precursores muy antiguos de la hamsa.
Creencias judías sobre las hamsas.
Es difícil ubicar el tiempo exacto en el que las hamsas emergieron en la cultura judía, aunque es claramente un símbolo de naturaleza sefardí. Los judíos quizá utilizaron la hamsa para invocar la mano de Dios, o para contrarrestar el mal de ojo con el ojo incrustado en la palma de la mano. Algunas hamsas contienen imágenes de peces, de acuerdo con la afirmación en el Talmud del rabino Yose hijo de Hanina de que los descendientes de José, que recibieron la bendición de Jacobo de multiplicarse como peces en Génesis 48:16, están protegidos del mal de ojo como los peces. Explica: “el agua cubre a los peces del mar, por lo que el ojo no tiene poder sobre ellos (Berakhot 55b).
Otros íconos además de los ojos y los peces han encontrado su camino hasta la hamsa, incluyendo la Estrella de David, oraciones para el viajero, el Shema, la bendición de la casa, y los colores rojo y azul, que se dice pueden evitar el mal de ojo.
El símbolo de la mano, y a menudo el de las manos de la bendición sacerdotal, aparecen en manuscritos cabalísticos y amuletos, doblándose como la letra shin, la primera letra del nombre divino Shaddai. Este mapeo de la mano humana sobre el nombre divino y la mano, quizá haya tenido el efecto de crear un puente entre el devoto y Dios.
La hamsa hoy
El reciente renacimiento del interés en la Cábala, en parte debido a los esfuerzos de celebridades como Madonna, Britney Spears y Demi Moore, ha traído consigo un nuevo público para accesorios de Cábala, incluyendo hamsas.
Las hamsas pueden ser compradas hoy en tiendas de judaica alrededor del mundo, e incluso a través de compañías como Sears y Saks Fifth Avenue. Mucha gente las cuelga en sus hogares, y es común verlas colgando de espejos retrovisores de taxis y camiones. Además de aparecer en collares y colgando en muros, las hamsas pueden encontrarse en mezuzas, brazaletes, aretes, separadores de libros, llaveros y candelabros.
Artistas judíos contemporáneos usan la forma de la hamsa, y algunos como Mark Podwal encuentran una gran audiencia a su trabajo.
Las hamsas juegan hoy un rol en algunos rituales sefardíes. Durante la ceremonia de la henna, cuando las novias son decoradas en los preparativos para sus bodas, las novias usan una hamsa alrededor de su cuello para alejar al mal de ojo.
Aun cuando hoy la hamsa es asociada a la Cábala, Israel y el judaísmo, es quizá el misterioso origen del símbolo y las supersticiones alrededor de ella lo que atraen la atención de celebridades y de gente común y corriente.
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