La mayoría de los judíos norteamericanos puede recitar de un tirón una lista de tradiciones de Janucá tales como el encendido de la menorá cada noche; jugar al dreidel; comer alimentos cocinados en aceite; y dar regalos. Sin embargo, muchos se preguntan si la última tradición realmente es una tradición judía, o si los regalos de Janucá sólo ocurrieron en reacción a Navidad.
¿Cuándo comenzaron los judíos a intercambiar regalos de Janucá?
Jonathan Sarna, profesor de historia judía norteamericana en la Universidad Brandeis, explica que los judíos norteamericanos acostumbraban a intercambiar regalos sólo en Purim, pero en el siglo 19 hubo un cambio de Purim a Janucá. La Navidad misma se magnificó a finales del siglo XIX cuando se volvió una festividad nacional en América. La tradición judía se desplazó hacia una imitación de la Navidad, mientras el consumismo de la fiesta cristiana crecía.
Sarna distingue la práctica de dar regalos de Janucá de su precursor, el gelt de Janucá (el idish para dinero, aunque ahora usualmente es utilizado en el sentido de monedas de chocolate): “El gelt de Janucá es una tradición antigua, bien atestiguada en Europa. Dar regalos, en contraste, es nueva”.
El origen preciso del gelt de Janucá no es claro. La explicación más popular es que las monedas se volvieron un símbolo de la fiesta debido a que la antigua habilidad de los judíos para hacer sus propias monedas era un símbolo de la independencia que ganaron en las batallas que conmemora el festival de las luces.
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En su libro Holidays, History and Halakhah, Eliezer Segal argumenta que las fuentes más tempranas que mencionan el gelt en Janucá son acerca de estudiantes en Europa que dan gelt a sus maestros. Segal sugiere que esta práctica estaba quizá inspirada en conexiones semánticas y etimológicas entre la palabra hebrea Janucá (dedicación) y la palabra hebrea jinuj (educación).
De acuerdo a Segal, algunas comunidades judías usaron la temporada de Janucá para reconocer a maestros religiosos que, debido a la prohibición de aceptar dinero para enseñar Torá, normalmente no aceptarían un pago por su trabajo. Segal sugiere que los estudiantes cuyos padres les daban dinero para dárselo a sus maestros eventualmente empezaron a pedir por su propia porción de gelt. Esto quizá sea la fuente de la tradición de dar gelt a los niños en Janucá.
Qué es lo que hacen algunos padres hoy
Hoy, algunas familias prefieren dar dinero de Janucá en vez de dar regalos porque ven al gelt más como una tradición auténticamente judía. Minka Goldstein, madre de seis, dice que da un dólar por vela, sin contar el shamash (la vela “auxiliar” usada para encender las demás). En la primera noche sus niños reciben un dólar; en la segunda noche, dos, etc. El total es de $36 por ocho noches, y dice que sus hijos (y ahora también nietos) aman esto.
Goldstein usa esto como una oportunidad para enseñar a sus niños cómo gastar de manera sabia. Cuando eran pequeños, ella llevaba a sus niños a Toys R Us y los dejaba decidir qué comprar con sus $36.
Del gelt a los regalos
Dianne C. Ashton, directora de Estudios Americanos en la Universidad Rowan y autora de Hannukah in America: A History, explica que la tendencia a intercambiar regalos de Janucá realmente tomó vuelo en los años 50. Hasta este momento, los psicólogos infantiles judíos, así como rabinos, comenzaron a promocionar regalos como una manera para hacer sentir felices de ser judíos a niños judíos post-Holocausto, en vez de que la pasarán tristes perdiéndose la Navidad.
La envidia a la Navidad permanece como una preocupación para muchos padres judíos hoy. Janet Zuckerman, madre de tres, dice que esta época del año es particularmente difícil para sus niños, debido a que sus primos celebran tanto Janucá como Navidad y reciben regalos por ambas.
Ella y su esposo acostumbraban dar a sus niños un regalo cada noche por todas las ocho noches de Janucá, pero se alejaron de esa práctica. “Compramos un regalo para toda la familia, como un Wii. Este año vamos a ir a Disneylandia, y les he dicho que ese es su regalo”.
Dándole un significado
Como Zuckerman, la mayoría de los padres dan algunos regalos en Janucá. A pesar de que los regalos puedan hacer parecer a Janucá como una “Navidad judía”, puede haber importancia en tomarse un tiempo para seleccionar un regalo considerado y de buen gusto para un niño que amas. Y hay un gusto innegable en ver a los niños emocionados por jugar con nuevos juguetes, especialmente cuando esos juguetes les están ayudando a aprender y a desarrollar nuevas habilidades.
La rabina Sandy Rubenstein, directora de Servicios de Capellania Judios en la Agencia de Servicio Social Judío en Rockville, Maryland, ofrece algunos consejos a las familias que quieren dar regalos, pero que también quieren evadir un materialismo excesivo. Sugiere que las familias pueden prender velas en honor a la justicia o a la paz, o hablar acerca de qué es lo que lleva la luz a la vida de uno o qué lugares en el mundo necesitan más luz. Incluso con dar regalos, las celebraciones familiares de festividades pueden apuntar a albergar una conciencia social.
Una madre que justo hace eso es Jill Myers, madre de dos. Al crecer, ella recibía un regalo cada noche de Janucá. Pero cuando se casó, su marido sudafricano encontró la tradición totalmente extraña: “Él era de la idea de, ‘¿De qué estás hablando, regalos?”.
Cuando los niños de Myers reciben regalos de Janucá, ella los hace buscar entre sus juguetes para que determinen con cuáles ya no juegan y cuáles pueden, entonces, donar. Además, en las vacaciones de invierno de cada año, sus niños deciden dónde dar lo que sea que haya en la caja de tzedaká (caridad) de su hogar.
Myers dice, “No siempre ven la tzedaká que damos, por lo que aquellas son dos cosas que he tratado de balancear con regalos. Algunos años pueden recibir algo cada noche, pero una noche fue de nosotros, una noche de nuestros padres, y otras noches un libro de una feria de libros”.
Apégate a cosas pequeñas
Como Myers, puedes considerar dejar a otros parientes o amigos cubrir la mayoría de las ocho noches. Para tus regalos, puedes elegir regalar de manera más modesta. Myers dice que se siente cómoda dándole a sus niños pequeños regalos como libros. Este año sus niños miraron los catálogos y eligieron juegos de mesa para jugar como familia. “Intentamos reducir los electrónicos y tratar de hacer esto acerca de la familia, no una abundancia de cosas tipo la Navidad”.
Tus hijos quizá se sorprendan al aprender que la tradición de dar regalos es en gran parte americana. Beatriz Yanovich y su marido llegaron a EE.UU. desde Colombia. Sus tres hijos crecieron en Richmond, Virginia.
Yanovich dice, “Al ir creciendo, para mi marido y yo, así como para nuestros hijos, Janucá era un tiempo de latkes, sufganiyot, gelt, y encender velas. Un inolvidable año uno de los niños esperó un regalo cada noche, por lo que le di un calcetín una noche y entonces el otro a la siguiente noche, riendo todo el día al respecto”.
El consejo más importante de Yanovich para los padres: “No deberíamos de competir con Navidad”.